¿Trabajas con cita previa? ¿Sois puntuales?

En el mundo gatuno pocas cosas son tan determinantes como el tiempo que pasa un gato en la sala de espera. Da igual que tengas la sala más maravillosa del mundo, hay pacientes que cambian de actitud de forma radical si pasan mucho tiempo esperando (súmale el transporte, tiempo en la sala de espera, más el que pasará dentro de la consulta durante la anamnesis).

Y en el caso de que vengan gatos sin cita previa, es lo mismo, hay que intentar atenderles lo antes posible. Sin más.

¿Cómo es tu sala de espera? ¿Tienes una exclusiva para ellos? ¿Qué distribución tiene?

Si tienes una sala de espera separada para gatos, te felicito por que tienes mucho ya ganado. En el caso de que la sala de espera sea común para perros y gatos valoraremos la posibilidad de separarlas, pero además de un cambio en las instalaciones, se pueden hacer muchas cosas a corto plazo que también tienes que tener en cuenta.

Y para esto, es FUNDAMENTAL la colaboración de TODO el EQUIPO del centro. Desde el personal de recepción, a los Atvs y el resto de los veterinarios. Deben estar informados de cómo se debe proceder cuando entra un gato por la puerta y cumplirlo.

¿Qué tengo que hacer siempre?

Evitar el contacto visual entre el paciente felino y otros pacientes, ya sean gatos o perros. Esto es algo imprescindible, ya que es lo que más sensación de miedo va a producir.

Esto puede realizarse con:

  • Una barrera física: biombos, mamparas…
  • Si el transportín no viene cubierto hay que cubrirlo siempre con una manta, toalla o un cubre-transportín limpios y sin olor a otros animales.
  • Educar a los propietarios para que no acerquen a sus mascotas al transportín de un gato ni levanten el protector.
  • Colocarlos en alto, no debajo de las sillas
    No colocar los trasportines uno en frente del otro.

Separar 2-3 metros por lo menos los perros de los gatos:

Si esto no puede evitarse es mejor que pasemos al gato y al propietario a una consulta para que esperen tranquilamente, o que dejemos al gato en una zona en calma, como puede ser la sala de rayos, un despacho o una zona donde no haya olores ni ruidos o ladridos.

Si algún paciente viene muy asustado o enfadado no ponerle cerca de otros gatos, ya que todos se asustarán. Hacer lo mismo que en la situación anterior, llevarle a un sitio aislado. Ídem si ha vomitado, se ha hecho pis o caca, para que el cuidador pueda limpiarle.

Coloca en la sala de espera un difusor de feromonas faciales felinas para ayudar a que el gato se sienta menos ajeno.

Mantén la sala siempre limpia evitando usar productos con olor muy fuerte, ambientadores o perfumes.

Puedes usar un difusor de aceites con lavanda que tiene propiedades relajantes para los gatos.

Y aún teniendo una sala de espera perfecta, recuerda que el truco está en que el gato esté el menor tiempo posible esperando y que pasé lo antes posible a consulta.